domingo, 28 de julio de 2013


¿Cómo diferenciáis que no me contengo las lágrimas, que no encierro emociones, impulsos y sentimientos, que no les permito brotar para no entorpecer más lo que os rodea? ¿Cómo os atrevéis a asegurar que lo que dicen de mi es verdad? ¿Cómo podéis saber lo que cuesta sacar a relucir mi orgullo para no dejaros ver esa cara indefensa, dolida, ofendida, rota, que aguarda en el lugar más intrínseco de mí y que a veces solo en soledad consigo solventar? ¿Cómo podríais entender lo que cuesta aguantar las ganas de correr hacia ninguna parte y de gritar para nadie y gritar para todos infinitas cosas? ¿Y qué conseguiré yo? y, ¿qué conseguiréis vosotros camuflando esa parte tan humana que tanto engrandece a las personas? ¿Acaso nos produce satisfacción? ¿Acaso nos sentimos mejor? ¿Acaso nos sentimos más fuertes? ¿No sería preferible volver a meter el orgullo en una cajita y cerrarla para siempre? ¿No sería increíblemente mejor sentirnos desahogados, guardar tranquilos en nuestra conciencia que todos y cada uno tiene conocimiento de todo aquello que sentimos hacia ellos? ¿No seríamos más felices así? ¿No sería más fácil?


1 comentario:

  1. Si sería más fácil,pero creo que el pronlema es que somos humanos !

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