domingo, 28 de septiembre de 2014

Aposté y gané



Yo en su día supe escribir, narre mi vida en párrafos casi por necesidad. Hoy todo me va tan bien que no se por dónde empezar. Es gracioso ver como cuesta contar las cosas cuando nada te preocupa ni enfada ni entristece, te limitas a disfrutar. Desde luego he tenido mucha suerte y he sabido cuando plantar cara a la realidad. Y si echo la vista atrás no dejo de ver a la pequeña niña inocente perdida en un mar de incógnitas que era antes. He cambiado tanto en apenas un año, hice tan bien en elegir esa opción, soy tan feliz que me cuesta creerlo. Con esto no quiero decir que mi vida sea perfecta, ni mucho menos, simplemente que lo malo no es tan malo y lo supera lo bueno y lo mejor. Y, a día de hoy, permitirme daros un consejo chicas; a lo mejor, en lugar de tratar de enamorar a quien nos atrae por lo imposible, deberíamos aprender a querer a quien nunca se cansa de intentarnos.