domingo, 31 de marzo de 2013


No sé si vivo por sufrir o por lamento, si sonrío por fuerte o por ilusa, y si te espero porque quiero o por imbécil. Eres sal en las caricias y frustración en mi desvelo. Duermo con ganas de verte desde hace ya unas cuantas noches aunque tú hace días que te estas ganando que ya no me importe. Que si el cielo llora ¿por qué no iba a hacerlo yo? Ebria de dolor escribiendo que la nostalgia es la mayor trampa del tiempo, que me apeteces y que hasta los otros sentimientos muestran sus celos. Que engañé a mi orgullo para liarme con tus tonterías y ahora mi corazón quiere volver a sentirte aunque mi cabeza se haya cansado de aguantarte. Por suerte o por desgracia nada en la vida es como en las películas; lo bueno es que sería una pena que las pasiones durasen tan sólo 120 minutos, pero por el contrario otras veces estaría demasiado bien que las desgracias terminasen tan pronto.


viernes, 29 de marzo de 2013

Bad decisions make good stories.


Nos encanta desafiarnos entre nosotros, competir y con ello conseguir una mayor sensación de satisfacción. Si alguien nos dice que no hagamos algo, lo ponemos a prueba haciéndolo. Las reglas no están hechas para nosotros, las reglas están para romperlas. El deber es lo que esperamos que hagan los demás, sin hacerlo nosotros antes. No pretendas que alguien se quede a tu estela, porque seguramente consiga darle la vuelta a la situación. Somos animales indomables, a pesar de tantas leyes y normas de comportamiento que intentan que seamos perfectos o que rocemos la perfección. Es imposible, nadie jamás las cumplirá todas. Y no por ello tenemos que ser peores, que se le va a hacer si lo que nos apasiona es ir en contra de todo.


miércoles, 27 de marzo de 2013

Cómo un sueño prohibido.



Como un cigarro para un fumador. Como ese último sorbo de ginebra para un alcohólico. Ese chute para un drogadicto. Eres pura adicción. Eres como esas mañanas de sol en invierno, como esos soplos de viento en verano. Eres el placer de tocar el suelo con los pies descalzos o el lado más frío de la cama en verano. Eres todo lo bueno y todo lo malo. Eres todo lo que te hace bien y a la vez mal. Eres lo que quiero, o mejor dicho, lo que me apetece. Muchas veces te conviertes en algo más que todo eso. Te conviertes en algo más que pura adicción. Algo más fuerte, ajeno a los sentidos. Eres todo eso que te hace desvariar. Eres justo lo que quiero.

sábado, 23 de marzo de 2013

Do you mind if I take off my dress.


Simplemente, nunca dejes de decirme que me harías el amor a todas horas. Apuesta al rojo carmín de mi boca y deja que permanezca intacto el rimel de mis pestañas. Finjamos un secuestro, llévame lejos, arriesguémonos. Y no te molestes en pedir un rescate, no hace falta volver a la cruda realidad. Bésame. No te quedes con las ganas. Voy a vivir cada segundo y no pienso tener en cuenta el arrepentimiento. No me prometas la luna, ya sabes que a mi me sabe a poco. Prométeme mejor una primavera entre tus brazos, en la que pueda cobrarle a tus labios tus miradas. Eso si, si me pones ataduras que sean tus piernas alrededor de mi cintura. Dejemos que la gente nos busque mientras hablan del frío y la lluvia de esta ciudad, nosotros estaremos ocupados ardiendo en un incendio sin control. Juguemos con fuego, que es lo que nos gusta, disfrutemos cada segundo juntos, dejemos la mente en blanco y no pensemos en llegar al final, ya nos apagaremos cuando nos convirtamos en cenizas.


martes, 19 de marzo de 2013


Depósitos a rebosar de amor y ternura aguardan perdidos en algún lugar del mundo. 
Alguien alguna vez los ha encontrado y ha robado una pizca, otros han pasado de largo, unos pocos se han llevado grandes cantidades y alguno que otro ha cogido un puñado para, simplemente, repartirlo. 
Yo, no sé cómo ni cuándo llegué allí, pero soy gilipollas, me timaron y me bebí un bidón entero. 
Ahora ando drogada de amor. Si se pudiera materializar todo lo que invisiblemente desprendo, sin duda caminaría rodeada constantemente de una aureola color rosa chicle, con muchas nubecitas de algodón y ositos de peluche. Resumiendo, una auténtica mariconada. 
Pero de eso nos aprovechamos los de mi especie, y es que, por suerte, los sentimientos son abstractos. Imaginad que putada si fuesen de otra manera. 
A veces me planteo si soy la única boba que picó en la trampa. Si soy la única que inconscientemente sigue confiando en el eterno lado bueno y tierno de las personas. 
Y es que parece que ahora eso no es lo que se lleva, ¿no? Cuanto más hijo puta eres, mejor. O eso me han dicho los actos que realizáis a diario, que por si no lo sabíais, tienen boca. Saben hablar por sí solos. 
Ahora lo que está de moda es pasar por un mercadillo, agarrar la primera armadura resistente que encuentres y encasquetártela a modo de caparazón permanente. Una armadura que satisfaga el sentiros inmunes a toda gran o pequeña muestra de afecto. Algo que os convierte a la par en seres tan desgraciados como envidiables. 
Una armadura no resistente a los golpes y al dolor. O bueno sí, pero no a los golpes y al dolor físico. Una armadura que viene con el regalo extra de un manual para ser un cabronazo de primera. Una joya de elemento al alcance de cualquiera. 
Una nueva tendencia que hace que mis queridos depósitos queden en el olvido y acaben pudriéndose. Una sutil manera de fomentar la 'ley del más fuerte' (porque cuanto menos parezca que sufres o sientes, mejor, ¿no?), con la que lo único que conseguís es terminar degradando y aplastando el lado más bonito de la vida.
Una armadura que se compone de todas las caricias, besos, abrazos, sonrisas, apretujones que acaban casi fundiendo un cuerpo con otro, bonitas palabras y demás empalagosidades, que, yo al menos no sé explicar por qué, en algún momento decidisteis no dar ni decir. 
Jamás dejaré de alegrarme de ser una sensiblona incapaz de ocultar lo que siente. Una apasionada de haceros saber todas las cursiladas que pasean por mi cabeza y mi cuerpo hacia cada uno de vosotros. Aunque, siendo franca, en alguna que otra ocasión he deseado poseer una puta armadura de esas. 
Pero, no nos sobra tanto tiempo como para andar perdiéndolo en camuflar sentimientos.






domingo, 17 de marzo de 2013

Como un minuto que no encuentra su reloj.


Intento hacer las cosas bien, me cuesta, aunque lo hago, poco a poco. Tropiezo demasiadas veces, pero me levanto siempre; lo vuelvo a intentar, cambio de rumbo pero no de destino. Quiero poder hacer lo que me gusta, quiero vivir mis sueños. Lucho por ellos, me peleo e incluso me enfado, pero no los dejo de lado, puede que a veces los deje en pausa por otras cosas, pero no tardaré en retomarlos. Soy fuerte, lo sé, y quiero llegar a encontrar algo que me llene de verdad. Sueño con vivir del diseño o sino de la fotografía, o publicar algún que otro libro; trabajar de lo que me gusta, hacer algo más de lo que hago, vivir rodeada de gente imprescindible para mi, viajar mucho, madurar, respirar, seguir sacándole el lado bueno a todo. Quiero aprender sobre lo que me gusta, tener tiempo para dedicarme a ello y que mi vida deje de depender de un valor numérico que no muestra ni una cuarta parte de lo que realmente soy.

Jeffrey Campbell    


jueves, 14 de marzo de 2013

El día que tú te quieras será cuando más te quieran.



Nos pasamos la vida exagerando las cosas. Llevando las situaciones a extremos preocupantes. No nos damos cuenta de que parecemos una panda de borregos luchando por llegar a la cumbre de un acantilado del cual acabaremos cayendo. La gente no sabe que antes de actuar hay que pensar y tener bien claro a donde queremos llegar. Vivimos en una sociedad en la que hay que andarse con cuidado, en la que nos hacen creer cosas que no son y en la que los menos listos se lo creen. La gente es lo suficientemente educada como para no hablar con la boca llena pero parece que no les importa hacerlo con la cabeza hueca. Vivimos rodeados de egoísmo y de desconfianza. Criticamos a la gente por cada defecto y no nos damos cuenta de que la perfección es subjetiva. Vivimos en una sociedad en la que la gente vive de esperanzas pero realmente no sabe ni que espera. Siempre quejándonos de todo y a la vez fingiendo no darle importancia a nada. Intentando llegar a ninguna parte, luchando por una meta que cada vez esta más lejos y que muchas veces ni esta. Y es que sin uno mismo quererlo la sociedad ha hecho que entres en su juego para que seas uno más entre tanto infeliz, parece que, así, entre infelices crece la falsa felicidad; y mira que me parece triste esta situación. Lo mismo ya es tarde para esta sociedad pero para los pocos que les queda algo de cabeza, me gustaría recordar que, por favor, nunca te duermas sin un sueño ni te levantes sin un motivo, tampoco vivas por nadie que no este dispuesto a vivir por ti, recuerda que ningún día se parece a otro y que nadie se parece a ti. Que sólo hay una persona capaz de comprenderte y esa eres tú misma. Valórate y ten siempre presente que tú eres tú, no hace falta que te compares con nadie ni que pretendas ser quien no eres. Así es que abre los ojos y mira a ver donde quieres llegar antes de meterte en un juego del que no escaparas tan fácilmente.

martes, 12 de marzo de 2013


No tengo moral. Sé manejarme perfectamente en situaciones escandalosas. Supe mostrar mi mejor cara habiendo hecho cosas cuestionables. Tengo la sonrisa fácil y el cinismo sale por mis poros. ¿Cuál es el límite? Me lo pregunté muchas veces, pero es que ahí está el problema. El límite está en mi control. Puedo soportar cualquier circunstancia, mientras sepa lo que esta pasando. Necesito entender lo que ocurre a mí alrededor, nada puede salir de mi control. Nada puede escapar del modelo de mi mente, sino la culpa aparece en mí, sin piedad, dando mil vueltas por mi cabeza y haciéndome plantear tantas posibles hipótesis que acabo por creerme culpable. Siendo capaz de mentir con una sonrisa, de manipular disimuladamente para poner cara de asombro cuando todo explote. Mi límite es lo ajeno, esa delicada línea que me separa del resto del mundo y que no puede ser traspasada. 


domingo, 10 de marzo de 2013

The Beatles


Me asombra la importancia que tiene la música sobre nosotros; el poder que encierran un par de canciones y la verdad que esconden un par de versos. Un simple gesto como es dar al play nos permite viajar en tiempo y lugar. No hablo de esas composiciones perfectas, completas, brillantemente adornadas o que se consideran obras maestras, más bien hablo de todas esas canciones que cuentan una vida, que componen la interminable melodía de cada uno.  Como esa canción que cantaste a voz en grito una noche de locura con los amigos por medio de la calle, sin vergüenza alguna y con una gran dosis de droga que recorría vuestros cuerpos. O como esa otra que siempre te recordará a tu mejor amigo o amiga, a esa persona que tanto te conoce y con la que has pasado tantos años. Como esa canción que sonaba aquel sábado que tanto recuerdas ya sea por lo bien que te lo pasaste o por lo poco que te acuerdas de esa noche. Como esa otra que fue la causante de que te quedases afónica un par de días. O esa que os hizo bailar de forma “sexy”, un tanto estúpida, para echaros unas risas. Como aquella canción que tiene la capacidad de arrancar una sonrisa de tu cara y de hacerte ver el día con un poco más de luz; y, por el contrario, aquella capaz de hacer que broten de tus ojos un par de lágrimas cada vez que la escuchas. Esa canción que te recuerda que has de levantarte con fuerzas y optimismo cada mañana. Esa canción que escuchas en el autobús mientras dibujas en el vaho de los cristales y recuerdas quien te la enseñó. Aquella otra que escuchaste por primera vez junto a alguien especial. O esa de la que sólo conoces el estribillo pero aun así la sigues cantando cada vez que suena, inventándote cada vez una estrofa.
Cada persona, cada momento, cada situación que haya significado algo en tu vida, tiene una canción.






viernes, 8 de marzo de 2013

Mientras algunos buscan ser perfectos yo busco ser feliz.



No dejes que termine el día sin haber crecido un poco, sin haber sido feliz, sin haber aumentado tus sueños. No te dejes vencer por el desaliento. No permitas que nadie te quite el derecho a expresarte, ya que es casi un deber. No abandones las ansias de hacer de tu vida algo extraordinario. No dejes de creer que las palabras y la poesía pueden cambiar el mundo. No olvides mirarte todos los días al espejo y saber que la persona más fuerte y que mejor te conoce la tienes justo en frente en ese instante. No olvides que vales mucho, no dejes que nadie te menosprecie ni que sus palabras te influyan más de la cuenta. Pase lo que pase, nuestra esencia esta innata en nosotros mismos. Somos seres llenos de pasión. La vida es desierto y oasis; nos derriba, nos daña, nos enseña, nos convierte en protagonistas de nuestras propias historias. Y es que aunque el viento sople en contra, la obra continúa. Tú puedes aportar otra estrofa, no dejes nunca de soñar porque tu sueño es el comienzo de esta nueva estrofa libre.

domingo, 3 de marzo de 2013


Demasiadas cosas que salen mal con demasiada frecuencia, esa es nuestra realidad a día de hoy. Sin besos a medio dar en una estación fantasma, camas deshechas ni sonrisas fugaces. El hielo se derrite pero los corazones continúan recubiertos de escarcha. Mirar al pasado y ver tiempos mejores, tan buenos que parece que no éramos nosotros. Tiempos fáciles en los que la única limitación era el aguante de nuestros cuerpos, en los que sobrevivíamos a base de caricias en un rincón cualquiera de esta ciudad. Palabras que ya no suenan igual y que no saben a verdad. Al final sólo nos arrepentiremos de los riesgos que no tomemos, de los besos que no demos y del tiempo que perdamos. ¿Te acuerdas cuando juraste que lo nuestro sería eterno? Pues bien, lo éramos y, en el fondo, nunca hemos dejado de serlo. El dolor nos ha consumido aunque nunca ha consumido nuestras ganas de vivir ni de permanecer juntos. Si algo he aprendido de ti es a vivir, vivir como si no hubiese mañana, a arriesgar como si perder no fuera una opción y a querer como si hubiera nacido para ello. Destino, casualidad o pura locura, llámalo como quieras, yo lo seguiré llamando con tu nombre.


viernes, 1 de marzo de 2013

En broma te digo quiéreme.


Alguien que cuando me emborrache me lleve a casa en brazos. Que me saque la lengua cuando me ponga tonta. Que no dé por hecho que siempre voy a estar ahí pero que tampoco lo dude. Capaz de convencerme de que lo nuestro no es un error. Que me haga saber que somos el uno para el otro, que me asegure que yo soy para él y él para mí. Alguien que esté loco por mí, por mi sonrisa y mi manera de sentir. Que si mira a otra, luego me guiñe un ojo y se ría de mis celos de niña pequeña. Capaz de hacerme creer que nunca me hará daño, que se gane mi confianza y me demuestre que si me caigo, él me ayudara a levantarme. Y, ante todo, que no tenga que perderme para darse cuenta de que me ha encontrado.