El tiempo probablemente no exista, quizá sea un
invento para vender relojes. Se nos escapa cuando intentamos retenerlo, se nos
escurre de la memoria. Se comporta con mala intención cuando necesitas que
corra, manipulando lentamente las agujas de los relojes. Y cuando deseas que
los minutos no pasen, pasan cada vez más rápido. Todo es cuestión de tiempo,
“el tiempo es oro”, guía con precisión nuestros pasos, la duración de la
euforia e incluso controla cuántas lágrimas debes derramar. Los más
caprichosos, buscan pactos con diablos para anular sus efectos, pero es hábil y
el contador de segundos sigue en activo. Tic, tac, tic, tac. Sin embargo, las agujas podrán efectuar giros completos,
millones, infinitos, y aun así, mi tiempo seguirá siendo tuyo.
martes, 28 de enero de 2014
lunes, 27 de enero de 2014
Memory
“El agua caía lentamente sobre nuestros cuerpos desnudos. Sintiendo cada
beso, esos besos que comenzaban suaves pero aumentaban dejando bien claro
nuestro deseo. Recuerdo tus manos, que bien sabían cómo y dónde acariciar, como
hacer que mi cuerpo ardiera en llamas. Esas manos que recorrían cada centímetro
de mi cuerpo, que iban y venían, subían y bajaban. Recorrían mi cara, pasaban
por mi cuello, mis hombros, mi pecho y se estacionaban unos instantes en mi cintura.”
Aún recuerdo esos días y, por suerte o por desgracia, nos los voy a olvidar.
miércoles, 22 de enero de 2014
Perdón, por favor y gracias
Que creo que mi mundo se
sostiene por esos dos pilares a los que tú llamas piernas y mi centro de
gravedad descansa en tu ombligo. Porque asegurarme tu sonrisa es mi rutina
preferida, porque pierdo la cabeza incluso por tus manías y soy fan de tus
locuras. Lo confieso, el mejor momento de la semana es ese rato que pasamos juntos,
porque al final siempre lo pasamos entre risas, besos y cosquillas y siempre
acabamos con ganas de más; y eso me encanta. Saber que va a haber más. Y es que
no eres el chico de mis sueños, te advierto. Serás el de mi vida si me
mantienes despierta.
domingo, 19 de enero de 2014
Oye,
mira, no aguanto más, estaba muy claro que me iba a marchar, que esa no era mi
vida, que me merecía algo más. Por eso, adeu, ciao, esto se acaba ya. Me voy
para siempre, y sin hacer las maletas, porque estoy tan impaciente por esa vida
nueva, que ya no aguanto nada más. Voy a empezar de nuevo con lo que me llena
de verdad, voy a dedicar mi vida a la felicidad, a hacer lo que me gusta. A lo
mejor es que he tardado demasiado en darme cuenta de que estaba ya cansada de
estar atada y ser como quieren que sea. Que los sueños se pueden alcanzar y que
cuando parece que estás perdido, te vuelves a encontrar. Así que adiós a
aquellas nubes grises que tapaban mi sol, que hacían que estuviese triste y que
no viese más allá de las señales que nos imponen por el camino. No os echaré de
menos y ahora sí, tenemos todo el cielo para empezar de cero, para llenarlo de
color, romper las tormentas y relámpagos que siempre caen tan cerca y decidir
aprender a vivir disfrutando de la vida.
domingo, 12 de enero de 2014
¿Porqué cuesta tanto creerse las cosas buenas?
Y yo me pregunto como me soporta, como es capaz de aguantar mi actitud de niña pequeña, mis tonterías y mis preocupaciones. Pero él insiste en que le gusta que a veces sea así, que no son tonterías ni bobadas y que lo que me preocupa le importa más de lo que creo. Porque yo misma le importó más de lo que yo pienso.
Supongo que no estoy acostumbrada a creerme lo que me gusta oír. Pienso que no puedo ser tan afortunada como para que lo que quiero se cumpla. Por eso me encanta oírlo pero dame un tiempo para creérmelo, para asegurarme de que no lo estoy soñando. Y mientras tanto dame un abrazo que valga todos esos días sin vernos, entonces me lo creeré.
Y entonces me lo creí, me hizo ver que le importo, que le preocupo, que no debo menospreciarme y que lo que me falta es creer un poco en mi. No sé si será bueno o malo, pero él me hace más fuerte. Sé que él odia depender de nadie y que probablemente no le guste esta idea. Tal vez sea de cobardes, pero yo no lo puedo evitar. Por eso solo espero que no le moleste y que siga aguantándome si de verdad quiere.
Supongo que no estoy acostumbrada a creerme lo que me gusta oír. Pienso que no puedo ser tan afortunada como para que lo que quiero se cumpla. Por eso me encanta oírlo pero dame un tiempo para creérmelo, para asegurarme de que no lo estoy soñando. Y mientras tanto dame un abrazo que valga todos esos días sin vernos, entonces me lo creeré.
Y entonces me lo creí, me hizo ver que le importo, que le preocupo, que no debo menospreciarme y que lo que me falta es creer un poco en mi. No sé si será bueno o malo, pero él me hace más fuerte. Sé que él odia depender de nadie y que probablemente no le guste esta idea. Tal vez sea de cobardes, pero yo no lo puedo evitar. Por eso solo espero que no le moleste y que siga aguantándome si de verdad quiere.
Miedo a decepcionarle, a cansarle de mis mil bobadas,
no hay cosa que más me asuste.
viernes, 3 de enero de 2014
Difícil de explicar, imposible de entender.
Soy
una de esas personas que se pregunta cosas que a la mayoría de gente le da
igual, que concede importancia a algo que los demás ignoran, y que ignora porqué
extraño motivo el mundo concede tanta importancia a determinadas cosas. Puedo
ser tan dulce como una tonelada de nubes de azúcar, pero no quieras hacerme
enfadar pues toda esa azúcar no tarda en disolverse. Te diré una cosa y es que
mi forma de ser podría ser bien simple, pero entonces no sería yo. No te
preocupes si a veces no me entiendes, lo reconozco, no me entiendo ni yo misma
aunque me gusta que intenten entenderme. Me importa demasiado la opinión de la
gente que considero imprescindible en mi vida, por el contrario me importa lo
que viene siendo nada, la opinión del resto del mundo. ¿Errores? Tengo muchos y
de todos he aprendido una buena lección. De errores se vive y de errores se
aprende. Cada uno es como es por lo que ha vivido y llega un momento en el que
cada uno es libre de decidir que va a hacer con su futuro. Puede que yo a veces
sea más controladora de lo que me gustaría y le doy un millón de vueltas a las
cosas hasta que el agobio y el pesimismo acaban conmigo. No soy perfecta, pero
tampoco pretendo serlo. Cambiaré todo aquello que me impida ser feliz, pero sin
dejar de ser yo misma. No hay cosa que más odie que qué la gente sea como no es
en realidad, quiero decir, que no me gusta nada la gente que no tiene
personalidad y que necesita ser como su entorno quiere que sea. Puede que yo sea una
incomprendida. Alguien raro en un mundo de normales, o la única normal en un
mundo de raros.
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