viernes, 23 de marzo de 2012


Tengo ganas de mirarte, de rozarte, de cogerte y apretarte. Tengo ganas de sentirte, de respirarte y de besarte. Ganas de rozar tu boca, de morderte el labio y de sentir tu aliento. Ganas de tocarte lentamente, de percibirte, de usar todos los sentidos contigo, de no apartarte de mi boca, de que me sientas dentro de ti como si me hubiese sumergido dentro de tu cuerpo. Tengo ganas de que sonrías como un niño al apartarme el cabello del cuello, ganas de esa mirada directa, esa sonrisa tonta, ese pique con cualquier bobada y el abrazo que resume todo esto. Ganas de que me beses como loco, como si no quedase tiempo, como si el mundo se acabase si dejaras de hacerlo. Ganas de electrocutarme con tu cuerpo, que seamos el rayo de una tormenta, de sentir la mayor electricidad cuando me tocas, de quemarme al juntar nuestros cuerpos, de arder. Tengo ganas de no acabar sino continuar, hasta que a ninguno de los dos nos queden motivos para vernos.




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