jueves, 5 de abril de 2012


Porque si algo aprendí es que lo bueno, o engorda o hace daño. Que el amor verdadero no existe y los ''para siempre'', tarde o temprano, acaban. Que no todos los amigos son verdaderos y que el tío que te gusta suele ser el más cabrón de todos. Que siempre puedes aprender algo, hasta de las personas que más odias. Que la ropa que más te gusta o es demasiado cara o no te sienta bien o cuando la quieres comprar ya está agotada; y que la música que comienza siendo tu música preferida o se pasa de moda o te acaba rayando. Que las personas más irresistibles nunca sintieron amor y que normalmente, pierde el que quiere más. Que el día que más hambre tienes es el mismo en que te ponen la comida que más odias y viceversa. Que no me creeré que me quieras hasta que no me lo demuestres. Que las personas cambian. Que la lista de clase y el orden de los pupitres en el colegio, influye mucho más de lo que nos pensamos. Que hay días muy buenos, normales y otros en los que te darías un tiro. Que la perfección no existe. Que la vida es muy puta y nosotros, además, la hacemos complica.

Después de todo sé que el príncipe azul se cansó de ser príncipe y que a las medias naranjas se las acaba haciendo zumo. Y que, a lo mejor, parte del problema la tiene mi personalidad; cabezota, sincera, realista, cabrona, paranoica y borde, pero eso es algo que no se como cambiar y que para ello necesito que alguien me muestre otra manera de ver la vida. De momento con esas cualidades se vivir y no vivo tan mal, junto con las personas que realmente me comprenden y aconsejan.



No hay comentarios:

Publicar un comentario