Hoy quiero brindar por los que nunca iban a olvidarme
y se olvidaron de recordarme, por los que caminarían siempre a mi lado y
salieron corriendo al ver las primeras piedras del camino, por los que soltaron
palabras de sus bocas esperando que no tuvieran repercusión y se me las clavaron
dentro; brindo por los que me dijeron que no lo conseguiría, por los que se
fueron sin dar más explicaciones, por los que parecían para toda una vida y
duraron una noche. Levanto la copa, miro al cielo y sonrío, brindo por todos
vosotros, porque los luchadores estamos hechos de caídas, y que todo lo malo de
tiempos pasados tan solo son fotos desgastadas en el baúl de los recuerdos.
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