Fito, que siempre sabe lo que dice, escondió entre sus versos una gran
verdad "la vida se nos va como un beso
en un portal". Esa frase recorre mi cabeza al ver
que la mía se va como las burbujas de una copa de champán. Sigo siendo la
misma chica que cada domingo se promete cambiar sus defectos para el lunes, la que sueña con
desgastar tus labios y la
que desea que sus sueños se hagan realidad. En algunos aspectos no he cambiado
tanto y es que sigo pensado en mil maneras de tenerte a mi lado. Aquí estoy,
como nunca, igual que siempre.
Respirando cada tonelada de felicidad como si fuera la última, porque “nena, nunca serás tan libre como hoy, y yo
no quiero amarrarme a ti, solo a tu cintura para que me comas a besos, si a ti
te parece bien, y si no, correré detrás de ti en la arena hasta sacarte las
palabras tiernas a cosquillas. Y esto cariño, es todo lo que puedo ofrecerte si
te quedas a mi lado, es un riesgo que puedes asumir. Yo ya me arriesgué a que
las canciones me hablaran de ti y las olas me trajeran tu recuerdo, porque al
fin y al cabo si te arriesgas ten en cuenta que siempre puedes perder”.
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