Oye,
mira, no aguanto más, estaba muy claro que me iba a marchar, que esa no era mi
vida, que me merecía algo más. Por eso, adeu, ciao, esto se acaba ya. Me voy
para siempre, y sin hacer las maletas, porque estoy tan impaciente por esa vida
nueva, que ya no aguanto nada más. Voy a empezar de nuevo con lo que me llena
de verdad, voy a dedicar mi vida a la felicidad, a hacer lo que me gusta. A lo
mejor es que he tardado demasiado en darme cuenta de que estaba ya cansada de
estar atada y ser como quieren que sea. Que los sueños se pueden alcanzar y que
cuando parece que estás perdido, te vuelves a encontrar. Así que adiós a
aquellas nubes grises que tapaban mi sol, que hacían que estuviese triste y que
no viese más allá de las señales que nos imponen por el camino. No os echaré de
menos y ahora sí, tenemos todo el cielo para empezar de cero, para llenarlo de
color, romper las tormentas y relámpagos que siempre caen tan cerca y decidir
aprender a vivir disfrutando de la vida.
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