Pensar en lo pasado
sin llorar porque no volverá a ocurrir. Recordar grandes momentos imposibles de
revivir. Aceptar la realidad sabiendo que lo vivido no volverá a pasar. Disfrutar
de un presente que cada segundo te abandona y esperar lo lejano de un
futuro
que está cada vez más cerca.
Nunca uno se da
cuenta de lo que vive hasta que lo recuerda más adelante, ni sabe lo que ha
perdido hasta que lo echa en falta. Y, rellenar ese vacío es la mejor manera de
asegurarte volver a recordar y a echarlo de menos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario