Seventeen!

Si, hoy hace 17 años que nací. Hoy es el día en el que me doy cuenta que el tiempo pasa muy deprisa, demasiado diría yo. El tiempo suele ser la peor pesadilla de una persona, puede llegar a provocar agobia, estres, aburrimiento, desesperación, olvido... Siempre queremos que las cosas sucedan en el momento que nos apetece, pero es imposible. Cuando están sucediendo no queremos que terminen, también imposible. Cuando se termina nos gustaría dar marcha atrás, imposible. Cuando ya ha pasado un tiempo y lo recuerdas te gustaría volver a vivirlo... A veces el tiempo hace que nos olvidemos de ciertos momentos, risas, personas, objetos, experiencias, etc. Pero hoy no quería yo centrarme en eso sino en todo lo contrario, en el presente, en el momento vivido y en el recuerdo que pasa por tu cabeza como si lo estuvieses viviendo justo ahora. Quería contaros lo que a mí se me está viniendo a la cabeza en este instante, la fiesta que celebre el viernes por mi cumpleaños. Se trató de una gran fiesta que prepare en mi casa, aunque admito que no invité a un millón de personas, no, no hizo falta. Esa fiesta estaba pensada tan solo para cinco asistentes, cinco mejores amigas que hacía demasiado tiempo que no pasaban una tarde juntas. Ellas cuatro son para mí más de lo que nadie se imagina, más de lo que puedo llegar a pedir, más de lo que me merezco. Con ellas vivo miles de momentos y risas que espero que nunca se me olviden, espero que el tiempo se ponga de mi lado y me ayude a recordarlos siempre que me falte esa alegría que ellas me dan. Ellas son mi alegría.