¿Cómo diferenciáis que no me
contengo las lágrimas, que no encierro emociones, impulsos y sentimientos, que
no les permito brotar para no entorpecer más lo que os rodea? ¿Cómo os atrevéis
a asegurar que lo que dicen de mi es verdad? ¿Cómo podéis saber lo que cuesta
sacar a relucir mi orgullo para no dejaros ver esa cara indefensa, dolida,
ofendida, rota, que aguarda en el lugar más intrínseco de mí y que a veces solo
en soledad consigo solventar? ¿Cómo podríais entender lo que cuesta aguantar
las ganas de correr hacia ninguna parte y de gritar para nadie y gritar para
todos infinitas cosas? ¿Y qué conseguiré yo? y, ¿qué conseguiréis vosotros
camuflando esa parte tan humana que tanto engrandece a las personas? ¿Acaso nos
produce satisfacción? ¿Acaso nos sentimos mejor? ¿Acaso nos sentimos más fuertes?
¿No sería preferible volver a meter el orgullo en una cajita y cerrarla para
siempre? ¿No sería increíblemente mejor sentirnos desahogados, guardar
tranquilos en nuestra conciencia que todos y cada uno tiene conocimiento de
todo aquello que sentimos hacia ellos? ¿No seríamos más felices así? ¿No sería
más fácil?
domingo, 28 de julio de 2013
miércoles, 24 de julio de 2013
Ni todos los mordiscos duelen, ni los mejores besos se dan en la boca.
Muchos dicen que soy un animal de sangre fría pero es el simple
tacto de tu piel el que me da calor. Los escalofríos que me provocas con el
roce de tus dedos me recuerdan que estoy en tu habitación, que estas a mi lado,
que estoy entre tus brazos. Puedo sentirte con cada uno de mis sentidos,
respirar tu olor en la almohada, contemplar tus ojos bajo la luz de las
estrellas, oír tu respiración acelerada, el tacto de tu piel sobre la mía y el
sabor de cada beso. Sabes bien lo que me gusta, sabes como hacer para calentar
todo mi cuerpo y yo se que hacer para que no nos quedemos helados. Dibujar en
tu espalda con la yema de los dedos, devorarnos con la mirada, descargar las
ganas que nos tenemos, cubrirnos de abrazos y besos en la frente, mezcla de
calor y frío, de sudor y agua, a eso nos dedicamos anoche. Bueno, a eso y a
hacer de esa noche, nuestra noche.
sábado, 20 de julio de 2013
Después de tanto tiempo he aprendido que grandísimos amigos pueden volverse auténticos desconocidos y que, por el contrario, un simple desconocido puede volverse alguien indispensable en tu vida. Que el “nunca más” nunca se cumple y que el “para siempre” siempre termina. Que el que quiere, puede; que quien la sigue la consigue; y que quien no arriesga, no gana. Que el físico atrae pero la personalidad enamora. Que si quieres ver a alguien hoy, díselo, porque mañana no es hoy. Que el sentir dolor es inevitable pero el sufrir es opcional; y que sin llantos no hay alegrías.He aprendido que no sirve de absolutamente nada negar lo evidente ni engañarse a uno mismo. Y que hoy en día es casi imposible encontrar a una buena persona, es tan difícil encontrar incluso una persona con quien hablar, alguien que acabe de escucharte y no te juzgue sino que te aconseje; alguien que te tome como eres pese a todas tus imperfecciones que, por favor, el día que encuentres a una persona así, no hagas que cambie de actitud, cuídala, porque las buenas personas, por desgracia, se están perdiendo.
Fotos: MRV
viernes, 5 de julio de 2013
Cualquier día puede ser un buen día.
No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy y
no te levantes con el pie izquierdo, dicen. La receta de un gran día o un
pésimo día no se encuentra en ningún baúl de un castillo de siglos pasados,
pues la encontrarás en tus actos, en tus decisiones. Buenas o malas decisiones
nos sirven de ingrediente principal en nuestros días. Pero éstas, no dependen
solo de nosotros mismos, ya que las decisiones de los que nos rodean nos
influyen más de lo que creemos. No me refiero a que este ingrediente tenga que
ser grande en cuento a peso ni tamaño, sino a valor, y no económicamente
hablando. Pues de pequeños gestos nos hacemos grandes y las decisiones
conllevan a ese pequeño gran gesto. Un gesto de amor puede hacer que ese día
sea no un día más, sino un gran día. Aunque no todo está en nuestras manos. Un
gran día para algunos puede ser trágico para otros. Igual, para mí, un gran día
no es el que está hecho de grandes hazañas y conquistas. Un gran día está hecho
de pequeñas cosas: de una palabra de aliento, de una sonrisa, de una mirada... e
incluso de una ausencia.
lunes, 1 de julio de 2013
BUSCARTE, FROTARTE, MIRARTE, EXPLICARTE, SOPLARTE, OBSERVARTE, FOLLARTE,
MIMARTE, ABRAZARTE, DESEARTE,
PILLARTE, BESARTE, ROBARTE, SALPICARTE, RUBORIZARTE, OLFATEARTE, CAZARTE,
PRESTARTE, MANOSEARTE, AMARTE, BAJARTE,
MORDERTE, CALLARTE, LEVANTARTE, ENCONTRARTE, ADMIRARTE, SOÑARTE, DARTE,
IMAGINARTE, AÑORARTE,
ENCANTARTE, CONTARTE, ANIMARTE, TOCARTE, BABEARTE, CEGARTE, CURARTE, ACARICIARTE, ACHUCHARTE, REGALARTE,
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