Nunca se me
dieron bien los cálculos rápidos aunque en esta ecuación lo que importa no es
la velocidad. El problema es que tampoco controlo ni el espacio ni el tiempo en
dicha ecuación. Sé que tengo tiempo, cronológicamente hablando, para despejar
la x pero me faltan datos, hay algo que no me encaja. Bueno, poco a poco iremos
aclarando los datos y finalmente acabaremos llegando al resultado final. La
verdad es que eres esa sustancia desconocida que hace que este cálculo este
elevado a pensamientos que nadie consigue descifrar, eres eso que me falta en
la ecuación. No es que me falte el dato, sino que esta escondido entre tus
miles de pensamientos, entre tantas historias de las que te compones; porque en
realidad no estamos hechos de átomos sino de historias. Sé que lo nuestro es
pura química y espero que la reacción entre tú y yo nunca sea reversible y que
dicha reacción se encuentre, en su mayor parte, en equilibrio. Somos polos
opuestos que se atraen aunque, inexplicablemente, también se repelen. Cuerpos
que al acercarse se les acelera el ritmo cardiaco y son capaces de alcanzar un
número de pulsaciones por minuto tan elevadas que ni el pulsómetro es capaz de medir.
En todas estas ciencias son necesarias las derivadas y es que nosotros
derivamos en unas ganas máximas que tenemos el uno del otro; lástima que por
medio haya tantas variables. Volviendo a mi ecuación, hemos sumado muy pocos
momentos y eso multiplica mis ganas de pasar algún rato más contigo. La
incógnita que veo más difícil de descifrar es a donde vamos pero, como he
dicho, tengo tiempo para encontrarla. Mientras tanto, espero no perder la
cuenta de los besos que te debo y que tú vayas sumando motivos para
reencontrarnos.
martes, 26 de febrero de 2013
domingo, 24 de febrero de 2013
Aprendí que quien te quiere te busca, que amar es cosa de
dos, que no por decir más se siente más sino que los sentimientos se demuestran
con pequeños gestos. He aprendido que una vez que te enamoras jamás conseguirás
olvidar ese primer amor, que lo que sentiste por primera vez con esa persona no
lo va a poder igualar nadie; sin embargo, sé que nadie se puede quedar estancado
en ese primer amor. Como en todo, siempre tiene que haber una primera vez, por
eso nos parece tan especial e inigualable, pero eso no quiere decir que nunca
más te vayas a enamorar. Siempre va a tener que haber una primera vez pero ten claro
que no tiene porque ser la única. Aprendí a recordar, a llorar por quien se lo
merece y a saber cuanto hay que apostar. Sé que las promesas se rompen, que no
debemos poner la mano en el fuego por nadie y que cuanto más altas sean las
expectativas mayores serán las decepciones. Sin duda he aprendido que es mejor
arrepentirse de lo que hiciste que de lo que nunca llegarte a hacer. Aprendí a
amar, a olvidar y a saber recordar, ten siempre presente que nada ni nadie es
como tu crees y que cada persona es un mundo aunque pocas personas tienen
tiempo para estudiar astronomía. Has de saber que las personas que ocupen un
lugar fundamental en ti, por muy lejos que estén, por muchos impedimentos que
haya, siempre se preocuparan por ti, lucharán por ti y estarán a tu lado.
Probablemente quien menos te lo diga es quien más te quiere.
viernes, 22 de febrero de 2013
Porque
la vida pasa frente a tus ojos lentamente, es mejor no esperar nada de nadie
que estar siempre esperando. Es mejor ser pesimista que llevarse una desilusión, ya la falsa
esperanza se encarga de
que no entres en razón. Mira por
ti, porque el mundo es egoísta, es algo que viene con el propio hecho de ser
persona. Antes de decepcionarte has de saber que puede que esa persona que
estas buscando no exista. Así es
que llora hasta que alguien consiga hacerte sonreír,
sonríe hasta que alguien te haga llorar,
las cosas van así. Sueña para
despertarte por fin de un sueño peor.
miércoles, 20 de febrero de 2013
El
problema es que no me va a salir bien. Me dices que dónde están las caricias y
los romanticismos, que porqué solo hablo de sexo y de brusquedades, que porque
me pierdo en callejones de pornografía en lugar de volver al azúcar de los te
echo de menos, en lugar de acolchar con suavidad tu nombre.
Tengo
mi lado más tierno oculto en la retaguardia, como en segunda fila de
trincheras, agazapado y oculto tras este instinto animal de cogerte y agarrarte
con fuerza, de perder el control y enamorarme de tus manos cuando siento que me
tocan y mientras el tiempo que no nos hemos tenido se marcha con violencia en
tus suspiros.
Me
he vuelto desinteresadamente sombría, he perdido el ánimo y las gracias. No
puedo domesticar el lado salvaje de las palabras porque sería como tocarte con
guantes, como escribir a lápiz o como batear con un palo; la mitad de la mitad,
y la única apuesta que hicimos era un todo o nada, sin cláusula de armisticio.
Así
que seguiré como los diamantes, en bruto, hasta que vengas a quitarme esta
triste ansiedad y poses tu risita de “te como”. Volvamos a compartir tu cama,
la juerga y el humo. Hasta que el sudor hirviendo limpie la suciedad de mis
pensamientos; así podremos volver a decir que el mundo es eso que da vueltas
sin nosotros pues estaremos reviviendo nuestros días.
Entonces sí, hablaré con
honestidad del sabor de la magia cada vez que me besas, de cómo el invierno se
funde de miedo a tus pasos y de que no existe la libertad si no estoy cerca de
ti.
Pero
hasta entonces, cariño, piensa mal y acertarás.
lunes, 18 de febrero de 2013
Los días están llenos de contradicciones, de bipolaridades,
de caigo y me levanto, de ahora bien y ahora mal, de amores que rozan el cielo
y amores que matan. Errores y aciertos, verdades y mentiras, noche y día, sol y
sombra, aprobados y suspensos, risas y llantos. La vida se compone de “y si
hubiera…”, caminos que has dejado pasar por otros que has elegido, cambios,
viajes, planes, visitas inesperadas, piedras en medio del camino, o por el
contrario, sorpresas que te ayudan a continuar. Sonrisas, abrazos, miedos,
agobios, situaciones que se salen de nuestro control, desesperación, no saber
que hacer o que decir. Días llenos de espejos en los que no te quieres ver reflejada,
de recuerdos que duelen, de broncas, de silencios que dicen más que las
palabras, de música, de nostalgia, de sueños que chocan con la realidad, de
malentendidos, de falsas esperanzas, de lágrimas infinitas, de momentos que
pasan en un abrir y cerrar de ojos y otros, que por el contrario, se nos hacen
eternos. Mira lo bueno y aprende de lo malo, no hay mal que por bien no venga,
imposible no hay nada, no dejes de soñar, lo típico. Una vida llena de
improvistos, de impertinencias, de impares y pares, de poetas, de metáforas, de
metafísica, de color, de ti, de mí, de nosotros, de felicidad que tarda en
llegar, de tantas cosas sin sentido que tantas otras que valen la pena.
sábado, 16 de febrero de 2013
Tenemos toda una vida por delante, mejor dicho, tenemos un
presente que ir viviendo sin dejarnos nada por hacer. Suelo temer al
aburrimiento y a la perdida de tiempo, aunque creo que contigo el aburrimiento
nunca nos alcanzaría. Tenemos demasiados asuntos que llevar a cabo en un tiempo
indefinido. Tú tienes tanto que enseñarme y yo tanto que aprender, que
contándome historias o viendo películas nos podríamos pasar una eternidad. Si
siempre me ha gustado interesarme por las personas, su forma de ser y sus
gustos, no te imaginas las ganas que tengo de saber de ti. Así como creo que de
los libros de texto he aprendido bastante poco, de las personas que me rodean
he aprendido gran parte de lo que soy. Es decir, algún aprendizaje de ti ya he
sacado y por ello te digo que podría pasar horas abrazados mientras me lees la
mente o simplemente dejando que la música hable por nosotros o haciendo el
amor, que es otra forma de sentirnos. De vez en cuando alguna que otra
conversación filosófica o literaria, por muy contradictorio que sea esto en mí,
la explicación es muy simple, aprender por aprobar un examen no es lo mismo que
aprender por interés o curiosidad. Dicen que lo malo de lo bueno es que dura
demasiado poco aunque también dicen que los mejores cuentos son historias sin
final, yo lo que creo es que por cortos que sean los momentos, hay que
aprovecharlos y saber disfrutarlos; y que las mejores historias son aquellas en
las que no ves el final, no quiero decir que no lo tengan, sino que el final
vendrá cuando crea oportuno, cuando ya no haya nada que nos una.
viernes, 15 de febrero de 2013
Italia
Valladolid - Madrid - Roma - Siena - Florencia
Siempre he considerado la
vida como un privilegio, y por ende una simple oportunidad de ser feliz, de
amar, de sentir y disfrutar; sin ataduras, sin restricciones y sin las
típicas prevenciones que una sociedad costumbrista te imponga. Por ello, solamente
siente, vive, disfruta, aprovecha lo bueno y aprende de lo malo, procura no
tropezar dos veces con la misma piedra, llora cuando lo necesites y sonríe el
resto del día. Demuéstrale a la vida que tienes mil y un motivos por los que
luchar, que tienes objetivos y sueños que no abandonarás. Ten en cuenta que lo
malo de todo lo bueno es que dura demasiado poco, es decir, disfrútalo, busca
el lado positivo y aprovecha cada segundo; que la vida pasa, que el presente se
convierte rápidamente en recuerdos. Siente, recuerda, vive y no te olvides de
todo lo que te hizo un poco más feliz.
Siena
Florencia
Ciudad del Vaticano
Roma
Compañía de María, La Enseñanza. 2º Bach, generación del 95.
miércoles, 13 de febrero de 2013
Es una pena que hoy en día lo extraño sea tener una relación más
allá de un par de besos y alguna que otra conversación. Ya nadie se toma el
tiempo en enamorar; las conversaciones se han convertido en textos, los
argumentos en llamadas y los sentimientos en indirectas. La inseguridad se a vuelto una forma de pensar, los celos en hábito, engañar en accidente y ser lastimado en algo natural. Nos encantan las
mentiras que están llenas de verdad. Es muy triste que se tenga miedo a querer,
miedo a sufrir por las decepciones. Perder la ilusión por una sociedad que se
llena de falsedad y de miedo a decir lo que se siente por no ser correspondido.
Lo que esta sociedad necesita es hombres con más valor, que demuestren que
merecen la pena; y no niñatos con flequillos y bandas de pop. Que muestren que
lo que sienten es real, que sean capaces de sentir: de querer, de odiar, de
amar, de desear. Hombres, no prototipos ni personas que intenta aparentar lo
que no son. Una persona enamora cuando realmente se muestra con sus defectos y
virtudes. Una relación debería definirse con buenos momentos, días únicos e
inolvidables, sorpresas y decisiones espontáneas que desencadenan situaciones
inesperadas e historias para recordar. Debería primar la alegría y los motivos
por los que luchar, no las decepciones y los motivos por los que abandonar.
sábado, 2 de febrero de 2013
Todo en esta vida tiene
un valor, una unidad de importancia que cada uno de nosotros añadimos a las
cosas, a las palabras, situaciones, objetos y a todo o a todos los que nos
rodean. Actualmente vivimos en una sociedad en la que el valor de las cosas
cada día tiene menos importancia, en la que las personas están infravaloradas.
Las palabras pierden todo sentimiento al llegar al oyente porque este no lo
sabe valorar, no comprende o no quiere hacerlo por miedo o agobio. Hoy en día
las personas camuflan lo que sienten, regalan sonrisas y marcan las miradas
fijamente. Seleccionan los momentos con fechas y dejan las historias sin final,
las abandonan como si nada hubiese ocurrido. Olvidan lo que sienten antes de
que les de tiempo a saberlo. Importa más el número que la intensidad de las
relaciones. Se dice “te quiero” como quien dice “hola”. Los besos se regalan y
los calentones a cualquier hora del día son rutina. Cuando hay problemas es más
fácil tirar la toalla que arreglar la situación. Pocos piensan en las
consecuencias de sus actos y se promete más de lo que se cumple. Las personas
cambian, las sociedades y la manera de ver la vida también, en algunos aspectos
a mejor y, en cambio, en otros hemos perdido mucho. Siempre hay excepciones, no
quiero decir que todas las personas de este mundo sigan ese patrón al pie de la
letra; pero gran parte de nosotros no podemos negar que hemos regalado sonrisas
a quienes no se lo merecían, que hayamos dicho “te quiero” sin realmente
saberlo, que hayamos abandonado historias y dejado atrás todo lo ocurrido o que
hayamos prometido algo que sabes que nunca podrás cumplir. Algún día nos
daremos cuenta de que es mejor decirlo pero si de verdad lo piensas, sonreír si
de verdad sientes esa alegría, arreglarlo y no olvidarlo ni dejarlos escapar, prometer
lo que de verdad puedas alcanzar y reconocer que querer a alguien no es una
obligación ni una necesidad sino un sentimiento que nace en ti sin que te des
cuenta.
Mares
de agua dulce por mis sábanas saladas. Tormentas que bañan estaciones y
paisajes que se unen entre horizontes. Noches oscuras donde la luz de la luna
hace que todo sea más bonito, mañanas que irradian felicidad y parece pararse el
tiempo. Y así, poder dejarse ser una misma en aquel paraíso donde Eva no
hubiese elegido a Adán, ni siquiera hubiese mordido la manzana prohibida, ella
hubiese preferido quedarse con la serpiente. Mariposas que provocan terremotos
al otro lado del mundo, como si de orgasmos se trataran. Tú, provocador de mis
terremotos. Pues bien, ahora piensa que en aquel paraíso prohibido la serpiente
eres tú, malvada y tentadora. Adán es el camino fácil y morder la manzana es demasiado
típico. Así es que si yo fuese Eva preferiría lo malvado y tentador en ese paraíso
idealizado y en el que abunda la lujuria y la imaginación.
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