Háblame de esa persona.

Háblame de lo que sientes cuando esa persona, tan especial para ti, te roza. Cuando te besa lento, rápido o como quieras; cuando te abraza o te susurra al oído cuando menos te lo esperas. Háblame de las veces que has querido que se detenga el tiempo estando esa persona entre tus brazos. Cuéntame como te has sentido cada vez que te besa y te coge de la mano con fuerza. Merece la pena sentir como te mira, como rozan sus labios o como se enreda en tu cuerpo. Podrías demostrarme como sonríes al verla pasar o como va apareciendo en tu cara ese gesto de alegría al pensar en ella; como se acelera tu respiración minutos antes de que quedéis. Cuéntame cuales son tus mayores miedos y preocupaciones. Respóndeme sinceramente si te pregunto por esa persona de la que estamos hablando. Háblame de lo que sientes cuando te pide perdón, cuando tras una mala racha, todo vuelve a la normalidad. Dime lo que piensas cuando ella se muestra tal y como es, con sus defectos y virtudes Cuéntame cada rato que pasáis juntos, quiero ver la cara de tonto que se te queda al pensar en ella. Y, avísame cuando tus sentimientos cambien.