Elena Agúndez Rodríguez

Que la primera calada sabe mejor si enciendes el cigarro con una cerilla, y los besos los disfrutas más cuando son cortos, escasos y a escondidas; o eso dicen. Que los domingos son días de estudio y los sábados de fiesta. Que la mayoría de los jóvenes no estudiamos con la intención de aprender sino de aprobar. Que poca gente es capaz de mirar con buena cara aquello que más odia, pero menos gente aún es capaz de no sentir nada nunca. Una cosa es no mostrar lo que sientes y otra, muy distinta, no tener sentimientos. Que todo el mundo llora alguna vez, y todos necesitamos un abrazo de vez en cuando. Que todo ser humano tiene una razón por la que levantarse cada mañana, aunque pocos son los que saben cual es. No conozco a nadie que no quiera ser feliz, pero si a muchos que no son felices porque no son capaces de arriesgar un poco. Que yo amo la locura, los tacones altos y la fotografía. Que ahora mismo en Valladolid está lloviendo y de vez en cuando hay unos rayos preciosos. Que toda chica ha esperado alguna vez a alguien le diga ven, para ella poder decir, entre sonrisas, vale. Que todo el mundo se ha dormido alguna vez contando ovejitas y que todos tenemos sueños y deseos. Pocos son los que no han mentido alguna vez. Todo estudiante sabe que hay que llevar las asignaturas al día pero muy pocos son los que de verdad lo hacen. Que mi vida, como la de muchos otros, sería muy aburrida sin la música. Que me hace gracia recordar como era hace un par de años y darme cuenta de todo lo que he vivido y de todas las cosas que hoy en día perduran. Que si nos paramos a pensar, más de uno se daría cuenta de que su vida no es tan aburrida como cree. Que muchos nos quejamos de vicio y que vicio es lo que tengo yo por tu sonrisa.