jueves, 29 de marzo de 2012


No pido que me cojas de la mano cuando vayamos juntos por la calle, ni pido tener un mensaje tuyo cada hora, ni mucho menos verte todos y cada uno de los días de la semana. No pido que me regales un ramo de rosas rojas, ni que me mientas y me digas lo guapa que estoy cuando nos vemos. No pido toda una vida contigo, ni pido imposibles, ni sueños que nunca ocurrirán. Tan solo pido un “buenos días”, “buenas noches” o sino un simple “hola” de vez en cuando, me vale con saber que sigues vivo o, mejor aun, que te acuerdas de mi como me dijiste, aunque puede que eso sea ya mucho pedir. Te pido que lo que hagamos juntos siga siendo tan real como lo ha sido hasta ahora y que sepas que si quieres olvidarme me marcho yo. Pero sobretodo te pido que no me hagas sentir como una estúpida que cuando se cree tus palabras resulta que comienza a dudar si alguna de esas frases la dirías de verdad. Pido que si te parecen peticiones de niña tonta, que sepas que esa niña te lo pide a ti, a ese que no sale de su cabeza y que cuanto más pasa de ella más difícil se lo pone.


1 comentario: