miércoles, 29 de febrero de 2012

"Dos palabra, ocho letras...

... Se necesita mucho valor para decirlo. Se necesita mucho tiempo para entenderlo, y reconocerlo. Pero el que más vale es el espontáneo, el que se dice sin pensar, el que se dice según se siente. Nunca te lo he dicho, aunque no sabes cuantas veces lo he pensado estando junto a ti. Si, tú, tú. Tú, que te tomas la vida como un juego, que me llevas, que me traes, que me destruyes y me construyes. Tú, que nunca la has dicho “te quiero” a esta ilusa que te escribe, esta tonta que no aprende, pero que cuando la has "querido", ha sido especial y habéis vivido grandes momentos. Tú que perteneces al pasado, tú, que quiero que formes mi presente. Tú que has jugado conmigo, a un juego consentido que todavía no ha acabado. Tú que nunca dejarás de sorprenderme, que espero que acabes suspirando por donde quiera que pase. Tú que nunca has sido mío, y siempre me has pertenecido. Tú, que sabes que te escribo, que sabes que me tienes, que sabes que no sales de mi cabeza ni aunque quiera. Tú, sí, tú. Léeme de arriba abajo, que no puedo decirte de otra manera que quiero volverme a tropezar contigo, quiero tropezarme y darme una buena hostia, que las veces anteriores solo han sido rasguños, y me merezco una tremenda hostia, porque la he buscado, me la estoy currando y la quiero. Quiero volverme a tropezar contigo, porque ya dicen que el que siempre tropieza, más rápido avanza. Tú que sabes que me apeteces. Tú que sabes que hablo de ti... El tiempo corre, la paciencia se agota, y no voy a estar siempre a disposición de tu cama, aunque no niego que me encante."

No hay comentarios:

Publicar un comentario